En una era tecnologica en la que la literatura tradicional camina hacia la extinción. Es casi obligatorio reciclarse y adaptarse a las nuevas tendencias. Este formato digital de autopromoción y explotación de vivencias es tan novedoso para mi, que creo que voy a tardar mucho en conseguir obtener un nivel óptimo en el desarrollo de este blog. Por ello y agradeciendo de antemano toda la colaboración que pueda obtener, me gustaría pedir a todas las personas que me acompañen en este proceso toda la ayuda que les sea posible, a través de sugerencias y consejos.
La primera imagen que he colgado, era supuestamente la portada de la primera novela que iba a sacar a la venta, he elegido esa imagen pues de esta frustrada aventura es donde proviene el nombre que le he querido dar a este blog: " Que nadie apague mi literatura". Esta frustrada aventura me ha hecho toparme con los buitres más carroñeros que pueden campear por el mundo literario. Personas que se aprovechan de la precariedad de recursos y oportunidades que tienen los escritores noveles. Momento que aprovechan para ofrecer multitud de oportunidades que se esfuman nada más entregas el dinero, que se supone va a financiar los costes de la editación, maquetación e impresión. El resultado final suele ser, por desgracia, trabajos inacados, interminables esperas y desagradables e inexplicables contratiempos que terminan cansando al crédulo escritor. Por desgracia he sido víctima de uno de estos engaños. Lo cual no es óbice para pensar que voy a dejar de escribir o que la literatura que fluye por mis venas vaya erradicarse de alguna manera. Más bien al contrario, quizás este varapalo haya servido para remontar el vuelo con mas fuerzas. Emprender nuevos y antiguos proyectos con energía renovadas y sobre todo con más experiencia. Lo cual espero que sirva, para mejorar mi forma de escribir y le den más solidez y verosimilitud a mis historias.
La primera imagen que he colgado, era supuestamente la portada de la primera novela que iba a sacar a la venta, he elegido esa imagen pues de esta frustrada aventura es donde proviene el nombre que le he querido dar a este blog: " Que nadie apague mi literatura". Esta frustrada aventura me ha hecho toparme con los buitres más carroñeros que pueden campear por el mundo literario. Personas que se aprovechan de la precariedad de recursos y oportunidades que tienen los escritores noveles. Momento que aprovechan para ofrecer multitud de oportunidades que se esfuman nada más entregas el dinero, que se supone va a financiar los costes de la editación, maquetación e impresión. El resultado final suele ser, por desgracia, trabajos inacados, interminables esperas y desagradables e inexplicables contratiempos que terminan cansando al crédulo escritor. Por desgracia he sido víctima de uno de estos engaños. Lo cual no es óbice para pensar que voy a dejar de escribir o que la literatura que fluye por mis venas vaya erradicarse de alguna manera. Más bien al contrario, quizás este varapalo haya servido para remontar el vuelo con mas fuerzas. Emprender nuevos y antiguos proyectos con energía renovadas y sobre todo con más experiencia. Lo cual espero que sirva, para mejorar mi forma de escribir y le den más solidez y verosimilitud a mis historias.
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